Os muestro aquí una sucesión de fotografías que Robert Doisneau tomó a modo de experimento para un artículo de la revista Life publicado en 1948. Se trata de una serie de imágenes realizadas a viandantes anónimos que se detenían a observar los cuadros expuestos en el escaparate de la galería de arte Romi, situada en la rue Seine de París (Francia), donde uno de los lienzos mostraba el cuerpo desnudo de una mujer.
Para obtener las imágenes sin que esas personas se dieran cuenta, Doisneau ocultó su cámara Rolleiflex sobre una silla que se encontraba en el interior de la galería. De ese modo pudo captar la dimensión que puede revestir la mirada en una cultura patriarcal y en una época en la que exponer desnudos femeninos era poco más que un acto pornográfico.
Un regard oblique ("Una mirada oblicua")
-1948-
(I)
(II)
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Magnífico.
ResponderEliminarUn experimento genial.
ResponderEliminarDe cada foto haría un poema.
Besos.
Buenísima entrada, qué mundo el de la mirada y más según qué mira.
ResponderEliminarTe echaba de menos, hoy vengo y veo cambios.
Besos
Me ha encantado esta entrada, resulta muy curioso ver las distintas reacciones de la gente. Las más llamativas, para mí, es la señora de la imagen II y el señor de la IX. ¿En qué estarían pensando? Ná, entrometida que es una, a veces me gusta espirar la mente de la gente :-)
ResponderEliminarLa fotografía prohibida hecha sir ser visto, pasar desapercibido, pará buscar el momento deseado, que difíciles, pero muy bueno el fotógrafo, sería un experimento a realizar hoy en día y ver las diferencias.
ResponderEliminarGenial, cada vez me gusta más este blog. Eres la caña de España jajajja. Besotes.
ResponderEliminarEstupendo, cada foto es una historia.
ResponderEliminarRobert Doisneau (Gentilly, cerca de París, 14 de Abril de 1912- París, 1 de Abril de1994). Fotógrafo Francés.
ResponderEliminarSobre la foto "El beso del Hotel de Ville"se publicó en la portada de la revista life en 1950.
A Doisneau se le llamaba “El pescador de imágenes” espontáneas, sin embargo esta foto tuvo su “pequeña leyenda”: siempre se creyó que había sido tomada al azar, furtivamente…años más tarde varias parejas alegaron ser los protagonistas de la famosa foto, en 1992 un matrimonio le demanda. A Doisneau para defenderse en el juicio, no le queda otra elección que confesar lo que hubiera preferido velar: que la pareja de la foto eran actores contratados para posar. El Fotógrafo presentó como prueba la serie completa de fotos tomadas en distintos puntos de la ciudad con la misma pareja.
Bien, el atractivo del beso se esfumó. Pero Robert Doisneau sigue siendo, el gran artista captador de vivencias cotidianas en las calles de París, que retrató como nadie la Resistencia, La Guerra y Posguerra y su entorno más cercano y mundano. Mil Abrazos, amiga mía.
Me apetece hacer algo así.
ResponderEliminarLa idea me parece genial.
¿Qué podríamos poner hoy para que llamase la atención?