A JENNY
Nadie le ayudó,
pero él se hizo mujer.
Cantaba cantaba,
era la preferida de los hombres del night-club.
Me dijo:
-En toda mi vida
sólo he leído un libro,
el tuyo.
Entonces...
Le acaricié de verdad
sus pechos de mentira.
*Gloria Fuertes, Mujer de verso en pecho, Prol. Francisco Nieva. Madrid: Cátedra, 1995.
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