_________ Jueves de Relato_________ 〰☠〰☠〰LOS CELOS〰☠〰☠〰

   La Dra. LaMort había recibido en consulta varias veces a parejas que intentaban salvar su relación. 

   Los casos en los que los celos eran la base fundamental del problema se le planteaban harto difíciles de resolver y tratar, pues  -según ella- las personas que los sufren de una manera enfermiza no cambian. Por lo que podía deducir tras varios años observando a aquellos pacientes que diagnosticaba como celosos era que éstos tenían una imaginación desarrolladísima pues sufrían más por lo que se imaginaban de sus parejas que por lo que realmente sucedía.

   Su teoría era que los celos iban casi siempre unidos a un afán de posesividad y esto en el amor es algo inconcebible para la Doctora porque, en su opinión, nadie es ni debe ser posesión de nadie. Otra de sus teorías rozaba el espanto y es que ella había advertido que l@s celos@s pretenden a toda costa mantener la subyugación sentimental e incluso vital de aquell@s a quien dicen amar tanto, llegando en infinidad de ocasiones al extremo del maltrato físico y/o psicológico.

   Uno de los casos más peculiares que se encontró fue el de aquella pareja que se presentó cierto día en su despacho. El chico le había manifestado su malestar porque, según él, su novia le había puesto los cuernos por haber hablado un par de veces con un animador de un complejo hotelero en el que se habían alojado durante sus vacaciones. La Doctora le explicó que hablar con alguien no podría denominarse "cuernos" y mucho menos sin ni siquiera haber contacto físico entre ellos. Sin embargo, él argumentó que se trataba de "cuernos del alma".

   La insigne facultativa encontró de inmediato la solución específica para dicha pareja: recibió de nuevo y de manera individual a la chica y le propuso contestar un test muy simple. Entre los resultados del mismo había contestaciones afirmativas a cuestiones como que él procuraba que fuesen siempre a todos los sitios juntos, que ponía pegas a su vestimenta cuando le parecía demasiado femenina, que no le permitiera el uso de maquillaje y también al hecho de que se sintiera en cierta forma controlada, entre otras cosas...  De modo que, con semblante serio, la miró y procuró hacerle ver que, por mucho que quisiera a ese individuo, su futuro con él iba a ser de lo más triste, que sospechaba que su pareja no iba a permitirle hablar con nadie que se le antojara "competencia directa" y que probablemente esta situación iba a ser el comienzo de un aislamiento de todo el mundo. Después tomó un folio y escribió en letras grandes lo siguiente: "haz la maleta y escapa".

   Por otra parte, decidió no recibir más a su paciente masculino. Simplemente se limitó a escribir un informe sobre éste en el que ponía: 

- Diagnóstico: paciente con un alto grado de inseguridad que presenta una sintomatología propia de las personas celoso-posesivo-enfermizas. 
- Observaciones: habla de "cuernos del alma". ¡Caso perdido! 


   Y obviando redactar el tratamiento más adecuado, puesto que podría meterse en algún lío por aconsejar como terapia de choque instantánea el electroshock, la lobotomía o incluso la tortura china con palillos entre las uñas para hacerle entrar en razón, se limitó a escribir y remarcar con rotulador fosforito al final del texto la siguiente nota -destinada a ella misma- con el fin de que no se le olvidara:

"Solicitar la re-instauración 

de los manicomios en este país. 

¡Urge!"

***Más historias sobre celos en casa de Pepe:

(CLICK)

______________