Pazzos, en boca de una actriz como la Roberts, tan sumamente delgada en esa película, no es para nada creíble lo que se intenta transmitir en esta secuencia: que no se deje de disfrutar del placer de la comida sólo por tener miedo a dejar de gustar, haciendo hincapié en el tema de las relaciones sexuales.
Besos.
Pd.: si te sirve de consuelo, hay mujeres -como una servidora, por ejemplo- que pasan de vigoréxicos, metrosexuales y demás faunas. Donde esté uno normalito... ¡Si al final el cuerpo con la edad se acabará deteriorando igualmente!
Pitt, sinceramente NO. Personajes irreales, trama poco creíble, final predecible... Parece más un libro de autoayuda de los malos hecho película que otra cosa. Poquitas escenas salvaría... (Mola esto de sentirse crítica de cine por un rato, jeje... ^_^)
Esto es una opinión personal y, por tanto, subjetiva. A lo mejor tú la ves y te gusta...
Así que a Julia Roberts no le preocupan sus lorzas. A Adrian Brody tampoco. ¡Hay que joderse!
ResponderEliminar¿Nos la recomiendas?
ResponderEliminarPazzos, en boca de una actriz como la Roberts, tan sumamente delgada en esa película, no es para nada creíble lo que se intenta transmitir en esta secuencia: que no se deje de disfrutar del placer de la comida sólo por tener miedo a dejar de gustar, haciendo hincapié en el tema de las relaciones sexuales.
ResponderEliminarBesos.
Pd.: si te sirve de consuelo, hay mujeres -como una servidora, por ejemplo- que pasan de vigoréxicos, metrosexuales y demás faunas. Donde esté uno normalito... ¡Si al final el cuerpo con la edad se acabará deteriorando igualmente!
Pitt, sinceramente NO. Personajes irreales, trama poco creíble, final predecible... Parece más un libro de autoayuda de los malos hecho película que otra cosa. Poquitas escenas salvaría... (Mola esto de sentirse crítica de cine por un rato, jeje... ^_^)
ResponderEliminarEsto es una opinión personal y, por tanto, subjetiva. A lo mejor tú la ves y te gusta...
Besos.