— © Pedro Luis Raota —
El Día D
Al lanzar el arroz, nos chocamos y caímos al suelo. Nuestros trajes de ceremonia se mancharon de barro. Él nos llamó cochinas. Esta vez no hubo abrazo de consuelo, sino tortazo y vértigo. Con las braguitas mojadas mi hermana y yo, dejando un pestilente olor a vómito, nos vimos obligadas a emprender rumbo a un nuevo futuro, arrastradas por la insensata y celérica decisión que tomó mamá de casarse con el primero que le dijera las palabras mágicas.
No estamos tristes del todo. Tenemos un plan. Hemos pensado en imitar a los contorsionistas del circo para retorcernos hasta el extremo y hacernos aún más pequeñas de lo que somos. A lo mejor así cabemos algún día en sus "te quiero".
No estamos tristes del todo. Tenemos un plan. Hemos pensado en imitar a los contorsionistas del circo para retorcernos hasta el extremo y hacernos aún más pequeñas de lo que somos. A lo mejor así cabemos algún día en sus "te quiero".
*L*
➨ Microrrelato para los #ViernesCreativos del Bic Naranja (CLICK), inspirado en una fotografía de PEDRO LUIS RAOTA que nos ofrece hoy ANA VIDAL PÉREZ DE LA OSSA.
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