CHARLES BUKOWSKI - Mujeres



*** Por si llegaran a leerlo algún día:

- a la persona que me recomendó este libro allá por el mes de octubre;
- a bukoski ("chupo", para los amigos ^_^), por emular de manera tan divertida al genuino y compartir esos hilarantes escritos en el Nido de poetas, cuentistas, y otros;
- al bibliotecario que me consiguió un ejemplar.

GRACIAS!!!!!!!!! Y un guiño:

;)







CAPÍTULO 73



     La semana siguiente bebí menos. Iba al hipódromo a respirar aire puro, tomar el sol y caminar. Por la noche bebía, preguntándome por qué seguía todavía vivo, cómo funcionaba el destino. Pensé en Katherine, en Lydia, en Tammie. No me sentía muy bien.
     La noche del viernes sonó el teléfono. Era Mercedes.
     —Hank, me gustaría pasarme por allí, pero sólo para charlar y fumar unos porros. Nada más.
     —Ven si quieres.
    Mercedes estaba allí media hora más tarde. Tenía un aspecto sorprendente. Nunca había visto una minifalda tan corta como la que llevaba y sus piernas tenían una pinta espléndida. La besé con alegría. Ella se separó.
     —No pude andar durante dos días después de la última. No me desgarres el pendón otra vez.
     —De acuerdo, prometo que no lo volveré a hacer.
     Fue más o menos lo mismo. Nos sentamos en el sofá con la radio puesta, charlamos, bebimos y fumamos. La besé una y otra vez. No podía parar. Ella actuaba como si lo desease, aunque insistía en que no. El pequeño Jack la amaba, el amor significaba mucho en este mundo.
     —Ya lo creo que sí —dije yo.
     —Tú no me amas.
     —Eres una mujer casada.
     —Yo no amo al pequeño Jack, pero me preocupo mucho por él y él me ama.
     —Me parece muy bien.
     —¿Has estado alguna vez enamorado?
     —Cuatro veces.
     —¿Qué ocurrió? ¿Dónde están ahora?
     —Una está muerta. Las otras tres están con otros hombres.
     Hablamos mucho aquella noche y fumamos buena cantidad de porros. Hacia las dos de la mañana Mercedes dijo:
     —Estoy demasiado pasada para conducir hasta casa. Destrozaría el coche.
     —Quítate la ropa y vente a la cama.
     —Está bien, pero tengo una idea.
     —¿El qué?
     —¡Quiero verte sacudirte esa cosa! ¡Quiera verla estallar a chorros!
     —De acuerdo, eso está bien. Es un trato.
     Mercedes se desnudó y fuimos a la cama. Yo me desnudé y me quedé de pie al borde de la cama.
     —Siéntate para que lo puedas ver mejor.
     Mercedes se sentó en el borde. Escupí en mi palma y empecé a frotarme la polla.
     —¡Oh —dijo Mercedes—, está creciendo!
     —Uh huh...
     —¡Se está haciendo grande!
     —Uh huh...
     —Oh, es toda púrpura con venas enormes! ¡Cómo late! ¡Es horrible!
     —Ya.
     Mientras me cascaba la polla la aproximé a su cara. Ella la observaba. Justo cuando me iba a correr paré.
     —Oh —dijo ella.
     —Oye, tengo una idea mejor...
     —¿Qué?
     —Menéamela tú.
     —Vale.
     Empezó.
     —¿Lo estoy haciendo bien?
     —Un poco más fuerte. Y escupe en tu mano. Frótala toda, no sólo por la cabeza.
     —Muy bien... Oh, Dios, mírala... ¡Quiero verla chorreando jugo!
     —¡Sigue así, Mercedes! ¡OH, DIOS MIO!
     Estaba a punto de correrme. Le aparté la mano de la polla.
     —¡Oh, maldito! —dijo Mercedes.
     Se inclinó y la metió en su boca. Empezó a chupar y succionar, moviendo la lengua por todo lo largo de mi verga mientras sorbía.
     —¡Oh, maldita zorra!
     Entonces quitó la boca de mi polla.
     —¿Qué haces? ¡Sigue! ¡Sigue! ¡Acábalo!
     —¡No!
     —¡Bueno, pues jódete entonces!
     La eché en la cama y salté sobre ella. La besé viciosamente y conduje mi polla a su interior. Ataqué con violencia, bombeando una y otra vez. Rugí y me derramé. Lo vertí todo, sintiéndolo entrar, sintiéndolo humear dentro suyo.





Charles Bukowski, Mujeres. Barcelona, marzo de 2011(vigésima edición). Editorial Anagrama - Colección Compactos. Traducción de Jorge Berlanga.
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2 comentarios:

  1. Fue la primera novela larga que leí de él.

    Antes pasee por sus cuentos cortos en "la maquina de follar" y "erecciones....."

    Al final me sorprendió cuando le dice a la mujer que viene de otro estado solo a follar con él, que no le apetece.
    ¡¡Y entonces se da cuenta que es la primera mujer que rechaza en meses!!
    En toda la novela.

    Me gusta esa manera directa de hablar de sexo. Tengo toda su prosa y bastante de su poesía.

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  2. Sin embargo, para mí es lo primero de este autor que ha llegado hasta mis manos. Ha sido un descubrimiento, como muchos de los textos que voy encontrando, mientras curioseo por las bibliotecas, para ponerlos en este blog.

    Buenos días, guille.

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