LA INTIMIDAD CORRECTA
Esperas a que se haga más de noche, ya sabes cómo es el vecindario y lo que dirían si te vieran salir a estas horas. Ya está, es el momento, ya no hay luces que puedan delatarte. Aprovechas la oscuridad y avanzas por el callejón hasta llegar al garito que, oculto, te espera. Saludas al portero, entras y vas al baño de caballeros. Cierras con pestillo. Ahí está. Notas la excitación, palpas el bulto de tu pantalón. Lo sacas, le quitas el capuchón y gimes de placer cuando, sobre la puerta, marcas con bolígrafo rojo las faltas de ortografía.
***Su BLOG: http://cazadoresdeintervalos.blogspot.com.es/
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Muy bueno, Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias, salá.
ResponderEliminarAsí da gusto ;-)
A ti por permitirme robártelo. :)))
Eliminar¡Beso grande, Manuel!
Es que justo este es de los que nos encantan a *L* y a mí jeje
ResponderEliminarEs lo que se conoce como deformación profesional.
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