1) Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese del trabajo. Especialmente, su plato favorito. Ofrécete a quitarle los zapatos. Habla en tono bajo, relajado y placentero.
2) Prepárate: retoca tu maquillaje, coloca una cinta en tu cabello. Hazte un poco más interesante para él.
3) Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo.
4) Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a él. Después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa.
5) Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspirador.
6) Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerle. Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos.
7) Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti. Intenta en cambio comprender su mundo de tensión y estrés, y sus necesidades reales.
8) Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres.
9) En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si él siente la necesidad de dormir, que sea así; no le presiones o estimules la intimidad.
10) Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar.
8) Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres.
9) En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si él siente la necesidad de dormir, que sea así; no le presiones o estimules la intimidad.
10) Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar.
*** Texto extraído del Manual que se entregaba en España a las mujeres que hacían el Servicio Social en la Sección Femenina (era obligatorio, salvo que te casaras o no necesitaras algún documento como pasaporte, etc. - pero entonces tenías que prometer que lo harías en un plazo). La Sección Femenina era algo así como un servicio militar en el que muchas tenían que hacer un trabajo de costura que solía durar tres meses.
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Lo lamentable no es sólo que eso existiera en aquel momento, lo terrible es que todavía hoy hay quien lo predica y quien lo acata. Y sin duda más terrible, si cabe es quien está obligada a sufrirlo por miedo.
ResponderEliminarY los tiempos que vienen van a ser muy duros...
Besos de ánimo para todas.
L, al empezar a leerlo,como siempre eres muy bromista,solté una carcajada.
ResponderEliminarCuando he llegado al final,me he quedado muda...
En serio? sí? vivir para leer.
Besos.
Te juro que lo tenía por ahí preparado para publicarlo, dedicado sobre todo a esos espíritus nostálgicos que, a la vista de la realidad, cada vez son más numerosos. Me encantaría tener una máquina de Wells, meter a unos y unas, y mandarlos pa´tras en el tiempo.
ResponderEliminarEres fenómena.
Jajajaja el punto 9 es el mejor(x3): "Si tiene sueño que duerma", pero está incompleto hay que añadir: "entonces búscate un amigo soltero, de esos que saben como llevar una casa ;), y vive en pecado, gozando y gimiento todo lo que quieras, por los siglos de los siglos, amén".
ResponderEliminarUn beso de Marta.
Pd. Ay, si la Primo de Rivera levantara la cabeza y viera tu blog *L* (o los libros de Rosetta Forner) nos mandaba fusilar a tod@s)
Atractivo blog sin duda!
ResponderEliminary curioso post. Me he quedado perplejo.
Y no hace tanto de esto...
Un piacere
Sicilia
Pues si el 9 es bueno, que lo es, el 10 no tiene desperdicio, es de pura risa. Sólo le falta como colofón aquello de:
ResponderEliminar"Estos diez mandamientos se encierran en dos: todo para mí, nada para vos".
Y el 1? Eso de "ofrécete a quitarle los zapatos"... Solo de leerlo se me cae el alma a los pies: la buena esposa a la altura del betún.
ResponderEliminarMarta.
Si yo te contara, Rain...
ResponderEliminarBesos y gracias por los ánimos. Vienen bien siempre. :)
Ya ves, Mar... :/
ResponderEliminar+ Besos para ti.
Me lo creo, Pitt. :) Ya te decía lo de la "conexión"...
ResponderEliminarYo también les mandaría a algún sitio: a la luna, de un puntapié.
Gracias por lo de "fenómena". Eso te lo he llamado yo a ti varias veces ya. ^_^
No me hables del punto 9, Marta, que me lo conozco al dedillo... :/
ResponderEliminarBesos, mi niña.
Pd.: me da igual. Que vengan y me fusilen. Una vez destapada la caja de Pandora, que sea lo que YO quiera.
¿Te gustaría que te dedicara algo de Rosetta Forner? ;)
Grazie, Sicilia, il piacere è mio. Benvenuto!!! :)
ResponderEliminarBaci.
Ya te digo, Pitt. Madre mía!!!!
ResponderEliminarBuen colofón, sí señor.
Besos
Muchas mujeres maltratadas han vivido, viven y desgraciadamente vivirán eso, Marta. Lo de estar a la altura del betún. Se convierten en los mismos zapatos a los que les untan bien (de betún también). Un asco de realidad cercana.
ResponderEliminarBesos de buenas noches.